Entre la sacarina, el aspartamo, la sucralosa, la stevia y los ciclamatos, prohibidos desde hace mucho tiempo, es fácil confundirse con todos los edulcorantes artificiales. Juzgar qué productos son mejores para hornear y cuáles son mejores para usar en la mesa es bastante desconcertante sin tener que sopesar las preocupaciones relativas de seguridad. La sacarina sódica tiene más de 100 años de uso comercial en los EE. UU. Los científicos han estudiado exhaustivamente su seguridad relativa a lo largo de décadas.
química
La sacarina sódica es la forma salada de sacarina, un edulcorante artificial. Como muchas otras sales, se disocia en sus componentes cuando se disuelve en agua. Las palabras "sacarina sódica" y "sacarina" se usan indistintamente porque la sacarina es el componente que tiene el sabor dulce. Ambos nombres son más fáciles de usar que el verdadero nombre químico, que es 1,2-bencisotiazol-3(2H)-ona,1,1-dióxido. Esta sustancia química tiene un peso molecular de 241,19. La sacarina sódica tiene 300 veces el poder edulcorante del azúcar. Los agentes de carga inertes se añaden comúnmente a los productos comerciales para hacerlos más fáciles de usar.
Además de los pequeños paquetes que se encuentran en los platos sobre las mesas de los restaurantes, la sacarina sódica se utiliza habitualmente en frutas enlatadas, gelatinas aromatizadas, aderezos para postres, refrescos dietéticos, productos horneados, mermeladas, chicles, dulces y aderezos para ensaladas. A diferencia del aspartame, la sacarina sódica es estable al calor, por lo que puede usarse para cocinar y hornear sin perder dulzura.
Además de los pequeños paquetes que se encuentran en los platos sobre las mesas de los restaurantes, edulcorante alimentario sacarina sódica Se utiliza habitualmente en frutas enlatadas, gelatinas aromatizadas, aderezos para postres, refrescos dietéticos, productos horneados, mermeladas, chicles, dulces y aderezos para ensaladas. A diferencia del aspartame, la sacarina sódica es estable al calor, por lo que puede usarse para cocinar y hornear sin perder dulzura.